Blogia

- SAL Y AZÚCAR -

PERO QUÉ HACES

PERO QUÉ HACES

Pero qué haces, loca, huyendo a tales horas. Para tal vez escapar, para quizá regresar y nunca volver. Nadie te obliga a echar tus alas a volar. Pero ya te han puesto unas ruedas y un motor, un movimiento que no posee ya marcha atrás. Sonríes pero lloras, no sabes si regresarás de tal viaje.

Por qué huir, por qué marchar. Sabes que lo necesitas, que volverás, que tal vez la vida te sonría después. Pero te asaltan los remordimientos, las cosas malas, las culpabilidades. Y echarás el cerrojo de esa habitación que volverá a perfumarse de olor infantil y de recuerdos lejanos. Dormirás en camas desconocidas, junto a un cuerpo que, en cambio, ya conoces prácticamente de memoria. Compartiréis risas y confidencias, sabréis lo que es el riesgo y todo se os pondrá a prueba. Para volver marcados con la señal del fuego.

Y quien no debería de saberlo lo sabe, claro que lo sabe. Disimula y se ríe, con toda su vida a través de una taza de café, mientras lo saborea como si fuera el manjar más exquisito jamás probado. Te invita, te da a probar. Tal vez seas tú la que invite y no la convidada. La tortilla se dará la vuelta por el otro lado y así se tostará, tal vez como tú. Serás bocado. Pero jamás abocado a un fracaso que se vislumbra una vez más.

Pero qué haces, loca, como un caballo que espera en celo su manada.

DE FUEGO, HERIDAS, ANSIAS Y FALTAS

DE FUEGO, HERIDAS, ANSIAS Y FALTAS

Mucho tiempo sin pasar por aquí y demasiadas cosas han pasado para que mi (no tan) pequeño cuerpo las asimile. Había una vez una famosa frase que decía: "Como dijo Jack el Destripador, ’vayamos por partes’". Pues aquí lo mismo.

1. Un fuego: Un fuego que ardió deprisa pero sin pausa, en la noche en San Juan. Quemó lo perecedero y se salvó lo sólido. Habrá cosas que duren aún más, habrá otras cenizas sobre las que renacer, en todos los ámbitos de la vida. Bebida y diversión, poco a poco la gente se va marchando hasta que al final no queda nadie.

2. Unas heridas: Trinchadas y que permanecen. No duelen pero sí molestan, otras en legítima defensa. No hace falta amarrarse a ese mismo tronco que te da buena sombra y te protege. Pasará tiempo para que la sangre se reabsorba y vuelva a su cauce normal.

3. Ansias: De demasiadas cosas, demasiadas. Por ver a alguien o por poner en funcionamiento ejes que estaban ya olvidados y oxidados. Por poder marchar lejos, con un rumbo prefijado y meter en la maleta muchas ganas de poner partir. Y saber que hay alguien que te quiere.

4. Faltas: Falta algo, falta alguien. Sitio contaminado y desnudo, despojado de toda validez. Nada volverá a ser como antes, salvo si tú quieres que venga, no hace falta que lo invoques. Las cosas ya no pueden cambiar porque alguien ha decidido que la vida siga su rumbo.

Dejemos así que estos cuatro elementos -fuego, heridas, ansias y faltas- sigan girando en torno a este planeta. Triste planeta que no sabe en qué dirección girar.

AL REVÉS

AL REVÉS

Hoy te has levantado más nervioso que de costumbre. Es normal, no siempre tienes la presentación de un libro. ¡De TU libro! Serás famoso a partir de ahora, jolines, no me lo puedo ni creer. Lo conseguiste, campeón... conseguiste hacerte un hueco entre quien te apoya y te quiere, quien te odia y te repugna. Tendrás mil trofeos, mil personas -o quizá más- que estén contigo a las duras y a las maduras.

Yo quisiera estar allí contigo, decirte un mínimo "enhorabuena", pero sé que me echarías a patadas. Yo lo único que conseguiría sería estropear, arruinar ese acto tan bonito que promete darse hoy al anochecer. Al anochecer, a mí, me espera gente que me quiere; que me aprecia y que no pide nada en cambio. Tú también estarás rodeado de tanta gente que sonreirá, que te pedirá autógrafos que posteriormente valdrán millones (¡yo ya tengo dos, mal que te pese!) junto con algún recuerdo material y físico que en algún sitio recóndito quedó.

Recuérdame que te diga que has cambiado, pase lo que pase, que tú siempre seguirás siendo ese chico al que imaginé la cara sin ni siquiera vérsela, en quien pensaba a escondidas y con quien reía, jugaba y lloraba. Puede que ahora no tenga a ese "alguien" a mi lado, pero no me importa. Estarás cerca de un medio de transporte que te lleve lejos, puede que a la otra parte del globo, para poder huir.

Que tal vez sea la única opción, por no decir la más razonable de todas.

QUIERO SER

QUIERO SER

(Dedicado a Gianna)

Quiero ser.

Quiero ser limpiadora de anchas caderas, para limpiar lo que tú ensucias. Para poner orden en un aparente caos que alguien ocasionó en un momento determinado. Para hacer vivible lo irrespirable. Para que vuelva la paz después de tanta guerra, por mucho que la gente se afane en luchar.

Quiero ser maniquí de boutique, de tienda cara; para sentir en mis carnes de plástico la caída de algún traje firmado por algún afamado diseñador. Para poder ser admirado desde la calle, desde un escaparate. Para ser desnudado y vestido cuatro veces al año como mínimo. Para poder llevar poca ropa en verano y mucha en invierno.

Quiero ser lápiz con el que se escribe, para sentir cómo mi vida se agota poco a poco a pesar de que algunos de ellos no se afilan, como el portaminas. Para resquebrajarme en pedacitos pero recuperar los trozos perdidos al poco rato. Para poder borrar mis propios trazos con la goma y así no dejar rastro. Para dejar un "algo" indeleble en un día, hora, mes y año determinados, aunque no se firme.

Quiero ser canción prohibida, cantada con rabia y rencor, en un idioma no permitido, para poder ser tu voz, a ser posible. Para cantar con tu voz ronca y tan bella, que canta al sexo y al amor. Para poder mantenerme como tú lo has hecho durante tanto tiempo, sin escándalos y sin altibajos. Para poder sentir lo que tú sólo sientes.

Quiero ser.

ENTREVISTA CON EL VAMPIRO

ENTREVISTA CON EL VAMPIRO

- Extienda el brazo lo más que pueda y apriete el puño.

Ella siente miedo. Sabe que no será ni la primera, ni la última vez, en la que se entrevistará con un vampiro. Es completamente consciente de que las consecuencias a la larga van a ser notorias; pero aún así se dejará morder. Le han dado como requisitos que no coma nada antes de la cita, junto con que deberá estar allí al alba. Al alba... decía Aute. Ambas cosas hacen mella en su cuerpo joven y lozano, fresco y tierno.

- Vaya, parece que cuesta encontrarle las venas. Y eso que usted es de piel oscura. Apriete lo más que pueda, por favor.

La tensión se masca en el ambiente. Ella traga saliva una, dos, tres veces... pero sabe que no hay vuelta atrás. Le quedará una marca, y así tendrá un sambenito para siempre, que diga que estuvo con un vampiro que, dicho sea de paso, le chupaba la sangre a base de bien. Pero asimismo, sabe que es necesario, que es algo altruísta y básico en nuestra sociedad. Arremanga un poco más su polo rojo, rojo como su sangre y sus labios que tiemblan. Y en ese momento ve cuatro cacharritos de diferente color que son empujados por unos émbolos.

- Anda, tonta... que no pasa nada. No me venga con chiquillerías, ¿eh?. Que ya tiene una cierta edad.

Aquí es a lo bravo. El vampiro hinca sus fauces en la carne trémula del paciente, de su amada. Quiere a Edward, pero no sabe que hacer. Bella, presumida y lista, se deja abandonar a su suerte.

- Ahora abra la mano poco a poco y deje que la sangre fluya. Así, muy bien.

Un pequeño mareo siente. Quiere desvanecerse pero no puede. Una mujer de tal alcurnia no puede permitirse esos lujos. Debe de hacerse la fuerte, ya que una vez que se ha sometido a dichos cometidos no debe, ni puede, caer tan bajo. Y ve cómo los cacharritos se llenan. Piensa en alguien que la quiso, y que tal vez la querrá todavía; que se sentiría mal en estos momentos. Y en otro, del que está enamorada en secreto, que podría ser el Vampiro Oficial de Reino. (V.O.R.) Pero éste es un amor imposible.

- Ya está. Ahora le pondré un esparadrapo con una gasita para que no se le haga cardenal, ¿vale? Apriételo lo más que pueda.

Como si no se viera la marca... Ella siente que le duele, que le duele mucho. Ya el daño está hecho, que es irrefrenable. Y un calor inesperado se le sube a la cara y le hace que el corazón le lata mas deprisa. Puede notar que se le sale por la boca. Y quiere llorar, pero no puede.

- Venga, no se preocupes. Ahora podrá comer todo lo que le plazca. Ya ha amanecido, y poco más adelante de donde nos encontramos, tiene una caseta donde dan esas cositas alargadas y azucaradas, con muchas estrías.

¿Cosas alargadas, azucaradas y con estrías? Ella piensa en cosas feas pero que están tan ricas... de todos los tamaños, de un sabor inconfundible, tan típicamente de aquí. Y con un líquido oscuro en el que se adentran.

- Recuerde, dentro de una semana tiene que regresar para ver cómo ha ido todo. Adiós. ¡Siguiente!

Se va con la cabeza gacha y con la señal ahí, ahí. Que le sigue doliendo. Pero las cosas alargadas le esperan, junto con una mano amiga que sabe que nunca le fallará. Mientras se aleja, ve otras personas que esperan su turno, que también serán mordidas por ese vampiro, tan cruel y asesino a la vez... pero tan bello...

CONTIGO EN TUS SUEÑOS

CONTIGO EN TUS SUEÑOS

El otro día, en sueños, me llamaste. Quisiste llamar mi atención. Llevaba tiempo sin hacerte caso y tal vez ésa fue tu manera de hacerte notar. Veía cómo implorabas mi nombre, cómo tus tristezas y tus penas volvían a herirte el corazón.

Tú, personita triste, siempre rodeada de gente, pero a la vez tan sóla; llegaste a mi vida de una manera muy peculiar. Te insuflé vidayo, pero quise que fueras un personaje un tanto marginal pero que poco a poco intenta recuperar y rehacer su vida, a través de episodios y situaciones esporádicas. Te creé una identidad, una casa y finalmente una familia con la que (aparentemente) todo iría bien. Pero cuando todo parecía perfecto, el castillo de naipes se vino abajo. Y con ello tú, protagonista de este historia quizá cuasi-real, ya que quise desde un principio que tú fueras parecida a mí.

Nos parecemos tanto que tal vez me cuesta distinguirme a mí de ti. Y por éso, te tengo un cariño especial, aunque nunca te lo haya demostrado. Por éso he decidido que cambies, que no te hundas, que sigas tu vida en paz; para que sea ésta -tal vez- la única oportunidad que te da la vida para hacer lo que siempre quisiste, lo que nunca te atreviste a contar.

Quiero que vueles alto, que eches tus alas y que mires alto, hacia delante. Te toca vivir tu vida, te toca ser feliz. Sé que te lo mereces y que un día lo conseguirás. Puedes estar muy, pero que muy segura. Si te conociera, te daría un fuerte abrazo; a ti y a tus niños, a la gente que te quiere (seguro que tienes mucha gente que te aprecia, aunque ni tú misma te des cuenta).

Buena suerte, amiga.

TU AMOR ME SUBYUGA

TU AMOR ME SUBYUGA

Tu amor me subyuga, oh querido, desde hace tanto tiempo. Te aplaudo y te admiro, para mí eres lo más. Nunca te abandonaré, porque allá donde tú estás allí estaré yo también. Soy incapaz de dejarte, pero a la vez debo de compartirte con una colectividad a la que te exhibes con gracia y poco disimulo. Hace tanto que no aportas nada nuevo, pero si lo digo incurriré en grave pecado. Oh sí, no te veo ningún defecto y por lo tanto soy capaz de hacer todo por ti. No concibo una vida sin ti porque eres el motor de mi vida, eres lo más; contigo ha pasado de todo.

Contigo he reído, contigo he llorado y puede que hasta me haya emocionado. Oh sí, tu amor me subyuga, me arrastra irrefrenablemente hacia ti, hacia tu persona. Para que me recuerdes, para que sepas que soy yo, la más devota entre todos. La que más aprecio te tiene pero que a la vez -¡sigh!- debe de compartirte con otros. Y a la vez me siento orgullosa de poder compartirte, porque entre todos te aplaudimos, te hacemos la reverencia, te queremos con todo nuestro ser. Has sido tan importante en estos años que soy incapaz de concebir una vida sin ti.

Cada vez que te veo, tiemblo; cada vez que te escucho, me estremezco; cada vez que te tengo delante, me hago la tímida. Y hago como que me diese vergüenza, como una niña enamorada. Por eso quiero ser quien fui, llenas mi vida de recuerdos, la iluminas y haces que cobre sentido. Tu amor me subyuga, oh querido, estoy encadenada a ti. Y la ligazón es tan fuerte que va a ser imposible deshacerla. Tú estás encadenado a mí y yo estoy encadenada a ti. La unión es fuerte, fortísima: Casi mortal. Y puede que hasta queme.

Oh sí, tu amor me subyuga.

QUISIERA RECORDARTE ASÍ

QUISIERA RECORDARTE ASÍ

Quisiera recordarte así, como una buena persona. Como alguien que me quitó soledades y pesadumbres, días grises y melancólicos. Quisiera recordarte con una sonrisa en los labios, sincera. Como de buen amigo que me gustaría que aún fueras, como de persona en la que se puede todavía confiar. Quisiera recordarte teniendo temas de conversación inteligentes e interesantes a partes iguales, mientras se degustaban comidas y bebidas agradables en la que la compañía éramos sólo tú y yo.

Pero algo empezó a no ir bien. Y no sé porqué. Tal vez que yo fuera más susceptible de lo normal; unas ciertas presentaciones no tan acertadas, gente con pocas inquietudes y con ganas de ver algo nuevo y que parece que nos quiso separar... no. No quiero ahondar en esas heridas que te hice y que te harán más daño aún si sigo contándotelas. Porque me conoces bien, porque te conozco bien y sé que te molestaría tanto como lo sería a mí el tener que empezar una vida sin ti, aunque nunca fuimos -ni somos- pareja.

Y este fin de semana volví asentir tu mano, tu mano caliente que me tendiste una vez más, aunque fue de forma física. Pero los escollos que atraversamos están por llegar. Muchos hemos atraversado ya, muchos rayos y truenos atraversaré por tenerte, por volverte a ver como antes. Porque esa maravillosa criatura, que escuchamos una vez, dos, o cien; puede volver a ser nuestra, a sonar. Y sentir otra vez que te tengo, que nos tenemos el uno al otro y con éso que baste, que sea el punto de partida. Una meta a la que se llega pero para volver a empezar de nuevo.

Seremos como dos vencedores en una carrera infinita, pero que no ansían la meta. Que esperan un triunfo pero que posteriormente lo donarán. Que se entregan a las adversidades como dos adultos. Que miran en una misma dirección pero a la vez se miran entre sí porque, si uno cae, el otro le ayudará a levantarse. Habrá compañerismo y altruismo, habrá paz y no rencor, habrá alegría y paz frente a desavenencia y guerra. Habrá siempre una mano tendida, un pañuelo y un hombro sobre el que llorar.

Quisiera recordarte así...

ME DIJISTE ADIÓS

ME DIJISTE ADIÓS

Me dijiste adiós tal que hoy hace dos años. No me lo esperé, ni siquiera me dijiste que te marcharías después de tanto tiempo a tu lado. Y por ello, sufrí. Sufrí mucho tu pérdida, pues ni siquiera me imaginaba que no volverías. Fue un golpe tan brutal, tan duro; que seguí investigando por mi cuenta para saber de ti incluso después de tanto tiempo. Los diez años que pasamos juntos se pasaron volando, con sus altibajos, pero que sepas que siempre te recordaré.

Te conocí por una amiga común, que también estaba loca por ti. Me decía que debería de conocerte, porque había algo en ti que te diferenciaba del resto, que eras mejor y más bueno. Y así fue. Te conocí, sin rodeos algunos, y pude apreciar desde el primer momento que tenía razón. Por tu parte, también caíste en mis redes. Así, nos fuimos conociendo poco a poco hasta que nos enamoramos completamente. Desde el primer día, fijamos que nos veríamos una vez al mes. No más.

En aquel momento, no tenías aún muchas admiradoras, pero eran bastante apasionadas. Te distinguías tanto del resto de la gente que no me extrañaba en absoluto, por lo que no estaba celosa. Además, me hacías unos regalos estupendos: Un collar, un libro, una agenda... no como los demás rollos pasajeros, que eran cosas de poca monta y encima demasiado irrisorios. Yo te recompensaba dándote mes tras mes, año tras año; toda la fidelidad que cabía dentro de mí. Muchas veces viajamos juntos y allí dondefuéramos, despertabas pasiones. ¡Vaya pasiones! Decías que sólo estarías con chicas atrevidas, y, aunque yo no lo era mucho, muchas veces te gustó que yo también fuera un poquito diferente.

Esos -casi- diez años que pasamos juntos fueron los mejores de mi vida, con diferencia.

Pero las cosas empezaron a cambiar el día en el que te vi que te volvías más infantil; y por ende, más pequeño. Al principio no le di demasiada importancia, pero veía que nuestros encuentros eran cada vez más espaciados y que ya no me hacías tantos regalos como antes. No me considero una persona materialista, pero un detalle de vez en cuando se agradecía, para que me demostrases así, una vez más, tu amor.

El detonante para que la relación se resquebrajase completamente fue en una tarde de Marzo del año 2007. Yo había decidido marcharme al extranjero en compañía de unos buenos amigos y quise que me acompañases hasta Barajas. Y bien, fuiste, pero me hiciste un regalo tan horroroso que telo tiré encima, no lo quise. Y además habías caído tan bajo que no me lo podía ni creer. Sonreías cínicamente mientras te marchabas. Y yo lloré.

Lloré pensando en que volverías, pero no fue así. Pregunté por tu en los sitios más recónditos, donde podía fácilmente encontrarte. Y hace poco di contigo en Internet. Tu versión electrónica, tu perfil... no me dice nada, sigues cayendo hasta lo más ínfimo. Y esta vez una legión de admiradoras te ríe las gracias, se codea contigo... mientras que yo ya no siento nada. Nada en absoluto.

Hasta siempre (y gracias por el tiempo transcurrido) REVISTA YOU.

AYUNO Y PENITENCIA

AYUNO Y PENITENCIA

Cada vez que llega Semana Santa, siempre me entra un sentimiento de vacío y de desolación. Quizá Nietzsche tuvo razón en su día (cit.) y el mundo quedó desnudo en cuanto las palabras se pronunciaron. Y las tinieblas se hicieron más patentes que nunca. Solemnidad y amargura que luego se torna en alegría porque hay que celebrar otras cosas, pero algo o alguien siempre termina por los suelos. Llegas a casa y teentran ganas de llorar, ¡nos lo han quitado, nos lo han quitado! Y voces y trompetas, esta vez más solemnes que nunca, se apoderan de ti.

Colores que se fraguarán en uno solo, el de la muerte. Y saber que en un día en concreto de la semana tendrás que renunciar a algo jugoso y rico, cocinado de mil formas distintas. Que conste que es el día en el que más te apetecen, y por lo tanto lo comes. ¡Quieres pecar, pero eres una santa! ¡no es posible! De todos modos, te enseñaron a obedecer y a ser buena, a ser respetuosa con todos; y desde hace tiempo sabes que te lo terminarás saltando todo a la torera. Adiós niña buena, adiós niña responsable, adiós niña perfecta.

Te rebelas contra todos y te revelas a ti misma tus más recónditos secretos, algunos no son ciertos y en otros tal vez sabes que exageras, pero sabes que ya no es pecado. Has aprendido a pasar de todo ello, a torear lo que te conviene. Y aunque termines confesándole a ese "alguien" tus secretos, notas que se te escucha y se te hace feliz. Y por ende, estás muy confusa. No sabes si irás al cielo o al infierno, pero como todo el mundo te dice que eres taaaan buena... Total, si actúas bien o mal, nadie te va a decir ni echar en cara nada.

Que nos pillen a todos perdonados, especialmente a mí... Triste

TRIBURBANA

TRIBURBANA

Enfilo Gran Vía sin mirar atrás, sin pensar en los varapalos recibidos, sin rencores y sin amarguras. Atrás, como digo, dejo desilusiones y esperanzas truncadas a la mitad, amarguras que ya no saben a nada. Caen ya los últimos rayos de sol para dar paso a una noche que te valdrá para divertirte, para airearte y sentir cosas ya vividas, por lo que la quieres exprimir al máximo, como una naranja con su zumo.

Paso el edificio de Metrópolis y puede que Fritz Lang tuviera algo de razón allá por los locos años 20. Locos años 20 que estoy atraversando con pena y con gloria, década que me está sabiendo bien, ya que los sabores de la vida -una vez más- han sido de todo tipo, pero me atrevería a decir que son dulces, dulcísimos.

Obras, construcciones, proyectos atravieso, y parece que es mi vida todos ellos. Cimentados con tesón y alegría, a veces basculantes, pero siempre firmes y que resisten al paso del tiempo. Se ensucian, se manchan, se estropean pero en cuanto se restauran quedan como nuevos. Y tomo fotografías como la que ilustra aquí, gente anónima, triburbanas a la búsqueda de un sitio que tarde o temprano llegará.

Explanada a la que llego y en la que me tumbaré y reconoceré, besaré bocas y estrecharé manos. Mis pies, después del duro esfuerzo, sabrán levantarse de los errores pero sabrán una vez más lo que es saber ganar, saber y ganar, para alzarse de nuevo con la miel en los labios y el laurel sobre la frente...

Tarde o temprano, ese momento, llegará... Sonrisa

MANUALIDADES

MANUALIDADES

Jugué a las manualidades durante mucho tiempo, por lo que hace ya mucho que no me dedico a ellas, pero de unos siete años para aquí han vuelto a mi vida. Me he dedicado a modelar gente y a manejarla a mi gusto, para que tomen la forma que yo deseo. La gente antes se dedicaba a este oficio tan instructivo, pero ahora soy yo la que toma las riendas de mi vida y por ende, quiero modelar figuritas e insuflarlas vida, para posteriormente tratarlas como sabandijas.

Creé un grupo que al principio fue unipersonal, una sola personita que quería ser alguien en esta vida. Y por ello no debería de estar sola. Por éso, la creé unos hermanos, unos papás y finalmente una pareja. Con la que terminaría yendo al altar y que a estas alturas de la vida está embarazada de su segundo hijo. Su carrera se ha prorrogado, pero su sueño lo realizó tiempo atrás. Tuvo un cambio de look decisivo para mejorar su carrera, tomó ejemplo de otros y de mayores. Así, creció. Y pronto le cogí cariño. Por éso, se convirtió en mi alter-ego.

Pronto irrumpieron en el teatro del mundo personajes más conflicitivos, malos malotes, que se dedicaban a hacerla daño a lo largo de su vida. Por supuesto, todos con su identidad al completo. Tenía su número de móvil, su tipo de letra, su correo electrónico, su dirección... era ya algo tan obsesivo pero también tan jugoso que el juego parecía que había alcanzado unos límites insospechados.

La felicidad, asimismo, se veía truncada de vez en cuando por alguna noticia mala, pero en general era de poco calibre: El personaje principal vivía su vida y apenas le afectaban esas chorradas. Era gente de su entorno, pero todos reían y se pasaba pronto el bache. Pero lo peor aún estaba por llegar.

Alguien tendrá que morir, alguien decisivo en esta historia, para que el personaje se harte y caiga en lo más recóndito, pues más de una vez estas estupideces me han quitado el sueño. Puedo, en cualquier momento, derribarlos y mandar a todos al carajo, pero son ya una parte tan fuerte de mí que me resulta imposible deshacerme de ellos.

Ayuda...

CALMA APARENTE

CALMA APARENTE

Después de unas idas y venidas,  después de comidas de tarro innecesarios, después de batirse el mar en un duelo que no parecía terminar; parece que la calma aparente ha llegado. Entra el calor, las flores florecen (sic.) y el timón ya no es tan resbaladizo.  Puedo coger el rumbo del mismo, a pesar de que este mar sigue fiero pero bajo una -exactamente, os he quitado la palabra de la boca- calma aparente.

Aprendo a no preocuparme por cosas que sucedieron en un pasado y que sin embargo vuelven sin que yo lo quiera, pero el resorte; es decir, el mar, se eriza y se arquea como gato asustado. Y araña, por ende. Y hace daño. Lo ves como si te hubiera pasado hace tropecientos mil años pero como que la herida aún está tierna, no ha cicatrizado.

Es raro poder comprobar cómo ciertas cosas han cambiado, quién ha puesto a quién en este sitio de la vida, que gracias al timón que dirijo como capitán que soy del barco que se llama VIDA he podido defender muchas tempestades y asimismo he visto tantas calmas, que por acción del sol de la vida brillan sobre mi cabeza como deseos recién llovidos del cielo.

Y si diez años después nos volvemos a reencontrar, decían Los Rodríguez, añado yo lo siguiente; me gustaría saber si vuestra vida es tan agradable y tan ideal como la pintan, si el tiempo ha hecho mella en los rostros que aparentemente el tiempo parecía que no ajara jamás. Pero puedo comprobar que el tiempo ha corrido en cuenta vuestra, que a través de ciertas palabras hacéis como si nada hubiese pasado... pero ya se sabe, agua pasada no mueve molino.

Me gustaría, ya en último lugar, que os postráreis ante el capitán, como digo, de este barco que yo he sabido botar con el sudor de mi frente, del que he elegido mi tripulación y que toma el rumbo que yo quiero.

Y que dure por muchos, muchos años... para jamás naufragar.

OSITOS Y CAMPANILLAS

OSITOS Y CAMPANILLAS

De pequeña me encantaba dibujar ositos y campanillas. Los ositos eran a lo "Teddy Bear" y tenían su hociquito, su rictus pelín serio y sus pezuñitas. Las campanillas llevaban un badajo largo y se acompañaban de una cinta o lazo más bien larga.

Ello me lleva a enlazarlo con remordimientos, recuerdos más o menos agradables que una vez fueron míos y que me acompañarán siempre, serán como tatuajes que estarán siempre indelebles, en mí, aunque yo no lo quiera.

Recuerdo cuando me escapé para posteriormente volver, con ese enemigo, cruel y atroz, en un Martes de Carnaval. Daba igual que me buscases, porque yo no iba a aparecer. Pero diste conmigo y volví a ti, no como hijo pródigo sino como estúpida soberana, derrotada pero con el orgullo alto. Pero que rápidamente se bajó hasta la biosfera de lo ínfimo que fue.

Recuerdo cuando alguien me decía lo que no debía de hacer, porque esa persona era mejor que yo y que a ella nunca la dirían nada, mientras que a mí sí. Cambiaste y yo no, tú fuiste mayor y yo quedé niña, pero tal vez en éso radique la esencia que buscaba. Yo soy así, nunca cambiaré, decía una chica de pelo rojo no tan loca -cit.- pero que siempre me acompañó. Fuiste un lobo con piel de cordero, y me gustaría ahora despellejarte para posteriormente dejarte morir en las brasas que tú quisiste más de una vez verme arder.

Recuerdo cuando me dijiste adiós pero sin despedirte siquiera, fuiste dejando miguitas en el suelo pero que no dejaban rastro. Y te limpiaste las manos, cual Judas. No me besaste pero sí me traicionaste, mientras alguien dormía plácidamente y se lavaba las manos igual que tú. Todos, todos, todos; os lavásteis las manos para posteriormente mancharlas con mi sangre, si es que alguna vez llegué a derramarla. Por éso me comeréis y conoceréis lo más recóndito de mi ser: Un corazón que ya no sufre ni padece, sino que simplemente late por el mero hecho de seguir viviendo. Que tal vez sea lo único que merezca la pena: Vivir.

Quisiera olvidaros, pisotearos, maldeciros hasta que me aburra, pero ¿de qué valdría?.

No merecéis absolutamente nada, salvo mi odio y mi rencor. Porque sangro igual que escribo, porque escribo como sangro.

Y dejo una vez más correr el lápiz sobre el papel, para pintar ositos y campanillas.

CON-TA-MÍ-NA-ME

CON-TA-MÍ-NA-ME

Con-ta-mí-na-me.

Hazme daño, ráptame, poséeme, úsame. Aparece en el sitio más insospechado y más seguro, donde sabes que me conocen bien, donde ni siquiera te imaginas que ese sitio pasará a estar contaminado. Palabras, dichos o situaciones que harán que ese sitio pase a estar ya marcado con una cruz y se contamine de una vez por todas. Un mínimo ruido, que apenas se oiga, será el detonante.

Con-ta-mí-na-me.

Y déjame con la boca abierta. El dolor es ya irreversible, te hace retorcer, te hace sangrar y te hace vibrar. Llora, sigue sangrando, no podía estar pasándote ésto a ti, tú que eres siempre tan cuidadosa... pero te tocó. Y te contaminó. Es imposible que te esté sucediendo. Venga, es todo un mal sueño del que no quieres despertarte jamás, las luces se encienden y se apagan. Para posteriormente fundirse.

Con-ta-mí-na-me.

La mancha avanza, irremediablemente, y terminará goteando en el suelo. Manchará la alfombra y llegará hasta un desagüe que la haga marchar, pero alguien se lo impedirá. Pero poco a poco la luz se verá después del túnel. Fiereza y dureza que se enfrentan a la ternura y a la maldad. Lo vamos a lograr, no va a ser tarea fácil pero se conseguirá pero tendremos fe.

Con-ta-mí-na-me.

Luce un sol resplandeciente, la convalecencia está llegando a su fin y todo ha quedado en un susto. Menudo susto, no hay ni manchas ni dolores, no hay sangre ni luz; simplemente esperanza que parece que, aunque sea la última cosa en perderse, tarda en hacer acto de presencia. Pero con ello aprenderás la lección, sabrás que vale más prevenir que curar.

Con-ta-mí-na-me.

GOOD.BYE.GOOD.MAN

GOOD.BYE.GOOD.MAN

Adiós, buen hombre, adiós.

Hiciste que yo estuviera aquí, que sin ti yo no estaría dedicándote estas líneas. Sí. Vale que yo haya sido fuerte para salir adelante, pero tú te encargaste de escoger alguien que tuviera necesidad, alguien que pedía clemencia por un hijo, cual madre (o madres) lo hacían con el Rey Salomón. Y personas allegadas quisieron ponerse en pie de guerra, y lo consiguieron. Se postraron ante ti, ante tu persona; y al principio te hiciste el longuis. Pero luego un resorte se te movió y esbozaste un "¿porqué no?".

Adiós, buen hombre, adiós.

Como un caballero, caballero de cuatro nombres encarnados en una sóla persona. Nombres valerosos, sobre todo el de pila, cual dirigente romano que cayó en el auge de su carrera, tal como tú. Caíste y no volviste, te fuiste. Te fuiste pero con la cabeza alta y viendo que habías cometido una buena acción. Y alguien te lo agradecerá infinitamente, aunque nunca te lo haya dicho. Y ese "alguien" soy yo. Me escuchas, ¿verdad? Guerrero valiente, guerrero de los cuatro nombres, háblame aunque no puedas.

Adiós, buen hombre, adiós.

Concluyo, no sin antes decirte que nadie creía en tu poder mágico. Que era una estupidez, decían. Tal vez era más importante salir de un huevo pero tener miedo al cascarón que una vez te expulsó para posteriormente abandonarte y dejarte a tu suerte. En mi caso fue así, pero alguien se encargó de recogerme, otro de quererme y tú de encargarte de que todo saliese bien. Urdiste la trama, dirigiste una película en la que yo fui la protagonista. Pero no hubo premios sino recompensas. Hacia ti, hacia tu persona. Gracias.

Adiós, buen hombre, adiós.

TÚ ERES

TÚ ERES

Tú eres... no sé lo que eres. Podría decírtelo, pero no me apetece. Me leerás y me condenarás, me maldirás y me pisotearás. Pero no me harás daño, porque ya no significo nada pra ti ni tú significas nada para mí. Ya ha pasado tanto tiempo que apenas me acuerdo cuando me mandabas un sms y lo tenía guardado por meses, y lo volvía a releer, porque aquéllo me hacía infinitamente feliz. Apenas me acuerdo, asimismo, cuando estaba tan cerca de ti y no te querías dar cuenta, pero yo sí. Me alejé de ti urdiendo una trama que tú también tejías por tu lado. Y alguien apareció, uno o dos, no lo sé; enchándolo todo a perder. ¿O puede que fueran tres? Cambiaste mi vida, para siempre, aunque nunca lo sabrás.

Tu vida. Tu maravillosa vida vista a través de algo fatuo pero que sorprende y que es mágico, ideal e irreal a la vez. No te importa cacarear, no te importa hacer más alta tu voz para hacerte oír una vez más y decir un "sí, por supuesto". Como si no lo supiéramos... claro que lo sabemos... Y no nos importa oírlo, tanto la procesión va por dentro. Pero quiero ue te des cuenta que tal vez tu vida es más frágil y menos aparente que de lo que parece desde fuera. Es como trepar a una pared para poder llegar al otro lado pensándose continuamente que te vas a hacer un siete en el pantalón. Pero tú nunca treparás esa verja, éso sería rebajarse a la más baja de las latitudes.

No sé qué más decirte, puedo enterrarte en el olvido, en mis pensamientos, en mi ser; pero no puedo. Has hecho mella ya, todo gira y gravita en torno a ti. Esa galaxia coloreada, ese mundo que sin ti ya no sería mundo, ese cielo que cada vez se torna más gris, seguirá girando a tu alrededor mientras yo llore y piense que jamás lograré ser como tú, porque como sabes, yo pertenezco al mundo de los mortales.

Mientras que tú vives en mí...

YA TODO PASÓ

YA TODO PASÓ

Ya todo pasó, la fiesta terminó. La risa se convierte en llanto. La paz en guerra. La tranquilidad en caos. Lo complejo en lo simple. Lo festivo en rutinario.

Pueden quitar lo efímero, pueden quitar la alegría, pueden quitar las luces que alumbran y las delicias que tientan, luego vendrán otras quizá más apetecibles. Nada nuevo bajo el sol. Todo cambia, muta, se transforma a la velocidad del rayo. Te entra por el ojo pero no te sale por ninguna otra parte, prefieras cargarlo a tus espaldas mientras la bola baja del alud y te captura, te hace tuya.

Quién sale si te volverá a raptar. Puede que sí, te dejas atrapar y sonríes. No te suena a nuevo pero es bueno volver escuchar esa música dulce que te encandila y envuelve. Sí, pero no. Nunca digas nunca... decías una vez. Y una vez más, te lanzas a la conquista.

El 2009 ha empezado, con rutinas, pero para qué sirven si tu vida es una rutina completa... sólo novedades materiales que te suenan a lleno y a vacío... manantial que nunca se llena, se pone el tapón y hasta que un día se rebase y se dé de sí. Dadme más, más, más. Quiero saciar mi sed con ese agua del que nunca beberé porque me la ofrece mi enemigo.

Volver, regresar.

Y hazlo tuyo una vez más para cocinar tu receta. Ésa que tú misma llamas "los sabores de la vida"...

CUESTIONARIO DEL 2008

CUESTIONARIO DEL 2008

Hoy finaliza este año 2008. No es de los mejores que haya vivido, pero tampoco lo calificaría como de los peores. En las líneas que siguen, encontraréis un pequeño cuestionario que he elaborado para que leáis lo que me ha deparado y lo que he vivido en este año, al que le faltan sólo cinco -5- horas para que finalice. Es asimismo un cuestionario personal, pero no por ello pongo reparo en que lo leáis. Tal vez os sorprenda, u os guste, o tal vez ninguna. Lo que cuenta es que disfrutèis leyéndolo. ¡Vamos allá!

  1. ¿Cómo definirías este año 2008?: Raro. Extraño.
  2. ¿Qué no has hecho y te gustaría haber hecho?: El habitual viaje al extranjero que suelo hacer todos los años. Paciencia...
  3. ¿Dónde te gustaría ir (o volver) en el 2009?: Florencia, por supuesto. Y conocer de una vez por todas Londres.
  4. ¿Un lugar?: Madrid, porque voy todas las semanas. Y Tenerife. Me valió para desconectar y para aislarme de todo...
  5. ¿Marca de ropa favorita y de la que has ampliado la colección?: Jeje, ésta no pillará por sorpresa... Fornarina.
  6. ¿Un sabor irrepetible o que volvió a tu memoria?: El pesto que hacían las monjas con los macarrones. O el tomate con albahaca, para la pasta igualmente. Con mucho queso y posteriormente frita. ¡Umm!
  7. ¿Un color?: Que digan los psicólogos lo que quieran, pero el negro. Lo combino con todo...
  8. ¿Una sensación?: La quemadura que me quedó en el dedo pulgar de la mano izquierda comiendo alitas de pollo encebolladas en mi restaurante favorito de Madrid. Luego no podía ni escribir... :(
  9. ¿Un logro o meta alcanzado?: Aún no conseguido, aprobar las oposiciones :) Pero por el resto, afrontar un día más siempre es un motivo de satisfacción...
  10. ¿Un hombre?: Duby. Y el pichón de la isla. (no pongo nombre porsiaca...)
  11. ¿Una mujer?: Isis. Por todo lo que ella sabe ;)
  12. ¿Una bebida?: El cacaolat con Baileys.Bien fresquito y con mucho hielo. Ideal para refrescar noches locas. Jejeje.
  13. ¿Un olor?: El del restaurante griego nada más entrar, qué delicia,con especias y todo hecho con tanto mimo...
  14. ¿Una frase que haya dicho mucho, o pensado?: "No se lo espera". Sirve para cuando vas a una tienda, a comer a un restaurante, a volver de fiesta o cualquier situación cotidiana. Es que todas ellas tienen como denominador común en que la gente no se lo espera y te recibe con gratitud.
  15. ¿Una canción?: No lo sé. Últimamente me ha dado por Miguel Bosé, mira tú...
  16. ¿Algo que pensaste que nunca harías y que hiciste en este año 2008?: ¡Apuntarme al gimnasio! Estoy súper contenta y parece que todo el mundo me lo nota... libero grasas, sudor y de paso me divierto :)
  17. ¿Número de sms/mails/lo que sea en nuevas tecnologías mandados en este año?: Demasiados, prefiero no contarlos...
  18. ¿Móviles usados este año?: Dos. El Nokia que ahora usa mi padre y el Samsung mío y que tengo aún, por supuesto.
  19. ¿El dinero mejor invertido?: En una camiseta de Fornarina y en el Bluetooth del móvil.
  20. Y para finalizar, qué le pides al 2009?: Lo de siempre... salud, amor, felicidad... :D

Y ésto es todo, amigos... hasta el año que viene y seguid leyéndome Beso

POR ESTA VEZ ...

POR ESTA VEZ ...

Esta vez no voy a ser yo quien os felicite las Navidades. Eso de posar diligentemente y ponerte a hacer la foto de marras, sacar tu mejor sonrisa y luego trasferirla al ordenador, retocarla un poquillo y finalmente mandarla… no es plan, señores.

Y es que seguro que estáis un poco hartos de que os mande siempre lo mismo.

Por lo que este año mi muñeco Paulino (algún día sabréis porqué se llama así) ha decidido reemplazarme y ponerse todo chulo. Hace poco hablé con él, de tú a tú, comentándole mi situación navideña, y bla, bla, bla… Cuál sería mi sorpresa cuando me dijo que este año quería posar él. Estaba el pobre tan aburridito de estar todo el día sentado encima de la cama que, por una vez en su vida, quiso ponerse a trabajar.

¡Y vaya que si lo ha conseguido! El gorro lo decidió él solito, yo le insistía en que se pusiera el clásico rojo pero no hubo manera. Le gustaba más el que lleva aquí, el de Amena… porque, dicho sea de paso, sabe que soy usuario de Orange, y sabe que estoy llorando por las esquinas desde que sabe que “la línea verde” ha pasado a ser anaranjada. A mí todo lo que sea cambio me afecta mogollón, por lo que ha decidido felicitaros las Navidades con este gorrito de Amena tan mono.

¡Lo dicho! Que Paulino y yo os deseamos mucha paz, mucho amor, mucho dinero y trabajo para quien aún no lo tenga, porque con la que está cayendo… además de la manida frase de…

¡ FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2009 ¡

Nos vemos pronto, muchos besos. Beso

Babi.