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- SAL Y AZÚCAR -

PRUEBA (NO) SUPERADA

PRUEBA (NO) SUPERADA

Por primera vez en mi vida, no he conseguido terminar un libro. Y éso que soy una devoradora de libros innata. No sé a qué edad empezaría a leer, mi madre cree que a los dos años y medio o así. Tampoco sé si es una edad muy precoz, pero tampoco está mal, visto lo visto, que en España tenemos índices de lectura más bien bajos. Visto está, asimismo, que no cometo ninguna falta de ortografía, salvo si desconozco alguna palabra, aunque hay que reconocer que es raro en mí tal cosa.

Lo dicho, Duby me dejó con toda su buena intención un libro que le regalé yo: "Crimen y castigo", de Dostoyevski. Me he quedado en poco más allá de la mitad. Y es que he encontrado el libro tan abúlico, tan pesado, tan llano que se me ha "entelado" entero. Se me ha hecho bola con él, como a los niños pequeños la comida. Sólo me ha faltado vomitarlo, y casi casi no lo hago. Pero es un libro, y por ende, sagrado. Lleva varios días cogiendo polvo en la mesita de noche y ya no pasa de hoy. La próxima vez que quede con Duby se lo devuelvo con viento fresco y que no venga otra vez, por favor.

Tengo otros tres tochazos inmensos esperándome, uno de Laratus y los otros dos míos, pero sé que les voy a coger gusto. O eso creo. Aunque me pesen en la bolsa de viaje que llevo a la capi, no me importará porque un libro es un tesoro.

De paso, Felices Pascuas a todos los que leéis, a los que buscáis enlaces para ver las fotos, a los del más allá aunque sé que no lo merecéis, a los del más acá, a los que me tiran el batido por encima, a los gasolineros madrugadores, a los que preparan bocadillos a las tantas, a los que van a buscar el amor en tierras lejanas, etcétera. Nos vemos.

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