AL TRASLUZ

Al trasluz de la ventana de mi habitación no hay plataneros, no hay playa, no hay lugares comunes y recurrentes, no hay trenes de nata en los que montarse, no hay túneles excavados en la nada, no hay volcanes. En cambio hay frío, hay bloques de edificios por doquier que se repiten uno tras otro en fila india, hay tráfico, hay modos y modas, hay la misma gente, hay los mismos sitios, hay las mismas tiendas.

Vuelta a la rutina con mucha pereza y pocas ganas, alguien conocido; o mejor, algunos conocidos, han sabido ser los mejores y se alzan con el laurel deltriunfo y la miel en los labios (cit.) pero puede que sin ganas de presumir, sino de elevar y arrimar el hombro a la vez. Nadie les moverá de allí, han sabido luchar y saben qué se siente una vez que se está arriba.

Islas, volcanes, vergeles y puede que hasta algún susto que se ve posteriormente manchado. La mancha de la vuelta, la mancha de que debes de sertú mismo para ser tú también uno de ellos, para que un día tú tengas también la miel y el laurel, para que veas el mundo desde arriba y sepas que teha costado pero que allí estás. ¿Prestarás ayuda tú también? Nunca se sabe. Ahora que el aire huele a lujo y a consumismo, algo se te retuerce en el estómago porque has recibido un certero puñetazo en él. Pero qué más da, el planeta debe explotarse al máximo y me hago con sus recursos.

Y dejar que los sabores de la vida, una vez más, tiñan el ambiente...