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- SAL Y AZÚCAR -

ORGULLO Y PREJUICIO

ORGULLO Y PREJUICIO

Ayer ha sido el Día del Orgullo Gay y se ha celebrado con gran algarabía por las calles del centro de Madrid. Obviamente, no voy a hacer alegatos en contra o a favor de tal hecho, ya que no es algo en lo que se me vaya la vida, pero sí me gustaría defender a ciertos colectivos como éstos.

Por lo pronto sé que están en su derecho a hacer el gili, a pintarse, a montarse en carroza o caballo o lo que se tercie. Lo único que no me gusta es que muchos de ellos, principalmente del sexo masculino, van alardeando de que son homosexuales. Y me revienta, saben que tienen pluma y lo explotan. Pero hay otros, más discretos, personas maravillosas y a las que se les nota a leguas su orientación, y que no alardean.

Lo de los matrimonios, me da igual. Pero ésto es lo de siempre, que tienen que tener los mismos derechos que los hetero, etcétera y etcétera. Lo que aún se me hace raro es lo de las lesbianas. No sé si es que han salido aún pocas del armario, o que aún no acabo de tragarlas, pero lo que sucede es que no me acaban de convencer.

En mi familia, y algunos amigos, tengo de ambos bandos. Y son personas maravillosas. Tienen tod@s pareja desde hace años y, al menos desde fuera, parece que está bien aceptado. En la intimidad no lo sé. Salvo una vez que pillé a dos de ellos mordiendo la almohada, literalmente hablando. Y corro un es-túpido velo. Pero bueno, lo dicho. Que llevan su relación con toda la naturalidad del mundo, a pesar de que muchos de ellos chorrean litros de aceite.

A tod@ s ell@s dedico este post.

EN LA FOTO: Figuritas con representación de lesbianas.

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