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- SAL Y AZÚCAR -

TARDE DE COMPRAS

TARDE DE COMPRAS

Me duelen los pies. De estar toda la tarde de compras. No suele ser una afición que tenga muy arraigada, pero si se presenta la ocasión, los ojos se me ponen como al Gusiluz y todo me parece alucinante, vaya, me convierto en una urraca auténtica... todo me parece poco para saciar mi hambre y mi consumismo. Insisto, no tengo las manos con boquetes pero cuando hay que gastar, se gasta. Y se tira la casa por la ventana. Cuando me siento divina-de-la-muerte del todo es cuando pago con la tarjeta. Más que nada porque sé que no lo voy a pagar yo (ejem, ejem) sino alguien que me mantiene.

Pues bien, resulta que me dieron dinerito por el cumple (una cifra nada desdeñable que no diré por educación) y lo decido convertir en trapitos... que sé que no me hacen falta, tengo de todo... y como el jersey que me regaló la jefa (mi madre) de Tommy Hilfiger me quedaba chico, lo cambié por otro más chulo de Ralph Lauren... sí, soy una pija... qué remedio... desde que parte de mi vida discurre en el madrileño Barrio de Salamanca me he aburguesado... y qué... pues eso, que el polo es a rayas, blanco y negro... con coderas y un escudo plateado... bien bonito... salgo como unas castañuelas y mi madre que no nota que tiene un tomate en la cartera hasta que se lo recuerdo más tarde... pero vamos a una zapatería... queda poco de mi número (que es muy corriente, en fin) y paso de unos stilettos a la imitación de unas zapatillas de una famosa marca pero que me arrepiento no haberlas pillado ayer en Serrano... jo... qué rabia... pero bueno, mejor no haberlo hecho, porque sigo pillando a la progenitora de buenas pero cansada... terminamos aterrizando en el Corteinglés y que allí eran de verdad... de verdad de la buena, como lo de Yoigo...

Creo que ha sido de las veces que más me ha prestado ir de compras... sin contar el haber entrado en Blanco (nuevo, lo han inaugurado hoy) y encontrarme con Myri (súper maja, como siempre) pero caérseme el alma a los pies al ver que era todo pequeño para mí. Como en el Cortinglés de Callao ayer, precioso pero prohibitivo. Porque la tarjeta no lo ha visto, que si no...

En fin, que vamos a ir poniéndonos en plan, en todos los sentidos... ya me tocó ayer con el Súper Marqués lidiar un poquito.

Bien, bien, bien... Beso

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