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- SAL Y AZÚCAR -

EN PEDACITOS

EN PEDACITOS

Así han terminado tres uñas mías esta mañana. Por subir una cremallera de los vaqueros que estaba pillada. Le he metido los dedazos de la mano izquierda, al ser zurda. En cuanto vi que me hacía daño en ellos y se rompían dos uñas por un lado haciéndome llorar de angustia, probé con la otra mano, la derecha. Y lloré una vez más a ver que la del corazón se me partió por un lado y dejándomela en carne viva. Como si me la hubieran limado muchísimo o comido a dentelladas. Me la toca Papy al llegar, cuando se lo digo, y veo las estrellas, los cometas y la conselación entera.

Joooo, ahora que parecía que las tenía todas igualinas, con la manicura francesa recién hecha... por mí, con ese esmalte tan mono de Bourjois con el que quedan tan brillante, con la rayita en blanco con el susodicho lapicerito y ahora comidas y devoradas sin yo quererlo. Basta que las lleve cortas y me crezcan despacísimo para que me dé más rabia. No como las de los pies, que me salen durísimas y enseguida. Por algo tengo que andar renovando calcetines cada dos por tres.

Recuerdo a mi amiga Risi en la Universidad con esas uñas larguísimas, como de tres centímetros (eso sí, súper limadas e impecables) y de los colores más inverosímiles: Morado, dorado, negro, verde, oro... con lo tímida que era. Pero para las uñas era algo a-lu-ci-nan-te. Y usuaria de lentillas. No sé como no terminaba con el ojo a la virulé (cual pata de Karmentxu) de hurgarse ahí. Yo las llevo cortas desde que empecé a tocar el piano y tocaban en las teclas y me reñía la profesora: Clac clac clac clac. Qué asco más asqueroso. Y qué manías tan absurdas.

Mientras miro mis uñitas destrozadas por la condenada cremallera, espero que crezcan, en vano... y me repugno viendo esta foto que pongo para ver cuánto van a crecer de hoy en cuatro días, si no no me aguantoooo.

1 comentario

Ele -

A ver cuándo nos sorprendes con unas uñas de tal longitud!. Un besazo