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- SAL Y AZÚCAR -

ES DURO, PERO...

ES DURO, PERO...

... me sacrifico a no cenar todas las noches. Bueno, puntualizo; ceno menos. O cositas bajas en calorías. Del tipo yogur desnatado (de los de Activia de Soja que me encantan, tienen un regusto súper bueno) o fruta (preferentemente manzanas y plátanos). A veces me hago la esquirola -como este Viernes pasado, que no fui a Madrid porque no había billete de vuelta, juas juas juas- y me preparo un rollito de primavera en la freidora con zanahorias baby salteadas.

No me importa quedarme con el estómago vacío: Así se acostumbra. Que ruja en soledad, porque no le voy a dar alimento hasta que me levante por la mañana. Que es cuando más como. O a la hora de la comida, que tampoco está mal... hoy, sin ir más lejos, me preparé unos tortellinis con salsa de queso y una rodajita de salmón a la plancha. Y muy bien que me quedo, jejeje. Y la recompensa se ve: En la isla donde estuve este año de vacas me compré un cinturón que me quedaba a estallar. Ahora me lo pongo en el segundo agujero y hasta me sobra. Por algo será.

También dejarme de hablar con M. (de mamonazo porque no responde a los comentarios del blog o al sms que le mandé ayer por la tarde. Porras para él) o chatear con un baglioniano adicto. Es gato. Y muy simpático.

Hasta aquí por hoy, no sin antes citar las bandas sonoras de la temporada: "Running up that hill" de Kate Bush (eso es tener voz y lo demás, mandangas) "I giardini di marzo" (de Lucio Battisti) "Dov'è dov'è" (del Grande Mago y que prefiero en su versión 2007, fresquita y rumbera; para despedir este verano tan raro).

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