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- SAL Y AZÚCAR -

¿UN CUERPO DIEZ? MEJOR SANO

¿UN CUERPO DIEZ? MEJOR SANO

Últimamente, y como todos los años por estas mismas épocas, todas las revistas femeninas se plantean que sus lectoras lleguen al verano con un cuerpo morenísimo, sin imperfecciones y listo para que tu chico te lo devore a dentelladas y que provoque envidias por doquier. Por imperfecciones entiendo celulitis, heridas, estar como un vaso de leche y demás. Que tu chico te lo coma quiere decir que para que leas estas publicaciones tienes que ser heterosexual a la fuerza, si eres lesbiana no te sirven sus consejos de nada. Pero ésto es otro asunto.

He visto, asimismo, programas como los de Dove de la belleza real, que cada vez que lo veo me revientan, porque las chicas de las fotos salen tan requetespléndidas en sus propias carnes, y nunca mejor dicho; felicísimas de haberse conocido y mostrando unas lorzas descomunales. Y lo digo yo, que gasto una 48. O una 50. No lo sé. Me encanta salir en fotos, y en Formentera e Ibiza me he hecho fotos tal y como vine al mundo, pero en revistas no saldría jamás. Éso es venderse.

La única campaña que me ha gustado hasta la fecha y es más de lo mismo, es la que lanzó The Body Shop hace unos cinco años. Colaboré con ella, interesándome por la marca (es hoy el día en que uso alguno de sus productos, sea colonia, gel o crema corporal) y por lo que prometía una muñeca (creo que se llamaba Margaret, no me acuerdo) entradita en carnes y que las lucía con descaro y mucha simpatía. La ponían a la venta (la muñeca) por un precio que me parecía un tanto desorbitado; por éso no la compré, unido al hecho de que ya no tengo edad para jugar con muñecas. Pero me hizo gracia... y reflexionar.

Ahora mismo, a punto de cumplir un cuarto de siglo, reconozco que sólo he hecho dieta (y supervisada por endocrino) una vez en mi vida, hace casi siete años. Estaba como una vaca y adelgacé muchísimo, pero no lo volvería a hacer porque me quitaba muchas cosas ricas (¡sigh!) y tenía las manos frías (mi seña de identidad, bueno, una de ellas; es mis manos siempre calientes, sea la época del año que sea) y los pómulos marcados. Comí más y engordé algo más. Así, me terminé encontrando en un estado de yoyó permanente, hasta hace dos años que perdí bastante peso pero porque hacía ejercicio.

Paso de dietas. Prefiero estar a gusto con mis curvas pero sana. Que es lo primero para estar bien en una misma piel.

En la foto: La muñeca de The Body Shop.

1 comentario

Julia -

Se llamaba Ruby ;-)