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- SAL Y AZÚCAR -

ATMÓSFERA PRENAVIDEÑA...

ATMÓSFERA PRENAVIDEÑA...

Desde hace unas dos semanas escasas puede notarse en la calle, en casa y por todas partes. Es imposibile no notarlo. Se te mete por el cuerpo, por las orejas y por la cabeza. Lo ves en la tele, lo oyes en la radio o lo lees en la prensa; no te puedes librar de ello. No, no estoy hablando de una invasión extraterrestre sino de la Navidad... jejeje... Guiño Parece que fue ayer cuando brindaba por el Nuevo Año -2007- delante de familiares, enfundada en un top rojo que odio con todas mis fuerzas porque me saca todas las lorzas y bebiendo Freixenet con una alianza de oro blanco y oro amarillo que me regaló mi madre hace años y que nunca me pongo. Estaba juguetona, jugaba con los adornos del árbol, movía las cosas de sitio y comía cosas ricas sin pensar en que en el año que acababa de entrar tenía que perder dos tallas o más -cosa que no he conseguido pero que algo de volumen sí he bajado, parezco una minicadena- o que debía empezar a ir a un gimnasio, o cambiar de look. -ambas cosas cumplidas, ver en el Archivo respectivo-

Pues éso... "Christmas is in the air", parafraseando a Paul Young ligeramente cambiado, aunque vivo en una ciudad donde sólo ahora empiezan a poner adornos navideños por las calles y terminarán sólo cuatro días antes del día D -Navidad- porque la gente no paga, será posible, cachis en diez. Saber que voy a la capi y veo la calle Alcalá -donde vive mi amiga Mony, qué suerte que tiene de vivir en un sitio tan bonito y tan céntrico- toda iluminada en azul y oro; le digo a Ana por la calle Princesa que Gallardón se ha estirado, que éso sí que son luces y lo demás... (rellenadlo)

Bueno, aún me consuela ir con Duby por la calle y ver amagos de luces sin encender sobre nuestras cabezas -él dice que así no gastan, jaja- mientras en un bar cercano me bebo una cosa muy rica... chocolate blanco con profiteroles, galletitas de canela y caramelo... ya os hablaré de ésto un día... mientras compartiamos conversaciones fantasiosas sobre cosas igualmente fantásticas.

Pero ahora desde la ventana de mi habitación me conforma ver un cielo azul, sin niebla, para contrastar con el cielo negro, sin nubes ni estrellas, a las 7 de la mañana, algo se rompe, algo se rasga... cuando me encontraba con un chico de carne y hueso -Scasfer- y se me presentaba sin avisar, besos escondidos con olor a colonia infantil por parte de una jirafa que no me dejaba ni a sol ni a sombra y un par de stilettos que, como a Carrie Bradshaw, no hacen daño. (es un decir)

Una atmósfera muy navideña...

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